SIRIA: ¿Daño colateral de Ucrania?

Yarmouk. Campor de refugiados palestinos, afuerzas de Damasco (Siria) UNRWA

Yarmouk. Campor de refugiados palestinos, afuerzas de Damasco (Siria) UNRWA

Comentario en Radio Exterior de España, 21 de marzo 2014

La escalada de tensión en Ucrania enterró esta semana el aniversario de 3 años de guerra en Siria. Y, sin embargo, ese conflicto puede ser su primer daño colateral. No solo porque pasan desapercibidas las víctimas: unos 130 muertos y el desplazamiento forzoso de 9 millones de personas, toda una generación de sirios – además del millón de niños atrapados en zonas de conflicto-, sino también porque se congelen los frágiles intentos internacionales para frenar la sangría y paliar la crisis humanitaria siria.

En Siria, todo empezó de manera pacífica con una simbólica manifestación de jóvenes estudiantes en Damasco, en la oleada de revueltas árabes que hicieron caer a los autócratas gobernantes de Túnez o Egipto.

La protesta se convirtió en lucha armada en el norte sirio, ante la dura respuesta represiva del régimen hereditario de Bashar el Asad que, aún abierto al turismo occidental, guarda estrechas relaciones con lo más ortodoxo del régimen iraní de los ayatolás, además de apoyar a los radicales palestinos de Hamás, o libaneses de  Hezbolá.

Claro que también entraron rápido en escena las monarquías del Golfo y Arabia Saudí, en apoyo a los rebeldes suníes del norte de Siria – que, a pesar de su desunión y ciertos vínculos yihadistas, también recibieron suministros de occidente-, un complejo cuadro con la guinda de que Siria es sede de la única base militar Rusa en el Mediterráneo.

36 meses después de la pequeña manifestación de Damasco, el espanto cundió a final de febrero ante la fantasmagórica imagen de miles de desesperados hambrientos y enfermos, cuando Naciones Unidas ingresó al cercado campo de Yamouk –a las afueras de Damasco-, una zona sin ningún edificio intacto, donde ya no quedan gatos ni perros y al menos unas 200 personas han muerto de hambre, consignó Amnistía Internacional.

Al cumplirse esta semana tres años de guerra, Siria encabeza la lista mundial del desplazamiento forzoso de civiles, con un 40% de los sirios huidos: 6 millones y medio deambulan dentro de su propio país, y 2 millones y medio lograron cruzar las fronteras a unas naciones vecinas desbordadas por la avalancha, alerta el Alto Comisionado de NNUU para los Refugiados (ACNUR).

Además del medio millón que huyeron a la pequeña Jordania, el también colindante  e inestable Líbano acoge ya cerca de un millón de sirios –el equivalente una cuarta parte de su población-, la mayor concentración de refugiados per cápita de la historia mundial reciente. Es como si, en solo 3 años, España recibiera a 10 millones de refugiados, unos 19 millones Alemania, o 73 millones EEUU.

Sin embargo, solo 53 mil han podido solicitar asilo en Europa, y la repuesta es tan lenta y desigual que cada vez mas sirios se ponen en manos de las mafias de tráfico de personas e intentan acceder por mar –con al menos 250 muertos en naufragios- o por tierra: a través del Este, e incluso por el Magreb.

Aunque urge restablecer la paz y aliviar el sufrimiento de los inocentes, como ha pedido el Director del ACNUR, Antonio Guterres, el giro de las relaciones internacionales que ha supuesto Ucrania, además de opacar la urgencia Siria, puede complicar este conflicto aún más.

De momento, Siria ya se considera uno de esos conflictos “por terceros interpuestos” entre Rusia y EEUU – al estilo de la guerra fría-, y el esperanzador plan de destrucción de las armas químicas del régimen de Bashar Al Asad, que comenzó en enero por la negociación norteamericana y rusa, con participación de 8 países bajo coordinación de NNUU, tiene retrasos.

Pero en Siria, Crimea, Ucrania, República Centroafricana o cualquier otro conflicto, lo principal es proteger a la población y hacer valer sus derechos, precisamente cuando hay rusos, estadounidenses o europeos de por medio, miembros todos del selecto club de potencias obligadas a garantizar la Seguridad Mundial, en el Consejo del mimo nombre que rige las Naciones Unidas.

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marzo 21, 2014 · 1:07 pm

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